El fin de semana pasado, y con motivo de la bienal de Letras Latinas, me tocó dictar un workshop cuyo eje central era hacer ejercicios de comprensión del uso de las ligaduras.
La diferente interpretación del concepto de ligaduras por los alumnos hizo enriquecer al taller, y de alguna manera enriqueció, expandió y delimitó los límites que tenía sobre la unión entre letras.
Creo que vale la pena hacer una reflexión, y comentar gráficamente 10 de las conclusiones más importantes que pude extraer de la experiencia.
1. Que puedan reconocerse los caracteres que se unieron
Muchas veces los excesos nos juegan una mala pasada, y esa maldita obsesión de querer ir más allá, nos hace caer fácilmente en los caracteres sobrediseñados. A tal punto, que las letras dejan de entenderse como tales y pasan a formar un nuevo caracter. Es muy importante que la ligadura pueda leerse fluidamente y que no se transforme en un manchón ilegible. En el ejemplo la «s» se perdió, y si no fuera por el contexto de la palabra, no se sabría lo que dice.
2. Que no se formen otros caracteres
Las tipografías suelen compartir muchas de sus formas básicas. Es muy fácil que caigamos en el error de que, por ser consecuentes o consistentes con otras formas, nuestro ligadura empiece a transformarse en otro caracter. Creo que como diseñadores debemos saber cual es el limite del reconocimiento de otra letra, y tratar de no acercarnos demasiado, ya que el mensaje puede ser fácilmente alterado por el receptor. En el ejemplo podemos ver como se forma una «E».
3. Que no agrave un problema por solucionar otro
Creo que con el ejemplo queda claro. Y por tratar de solucionar problemas reales en el diseño, creemos uno mucho más importante. En el ejemplo, entre la «L» y la «A» podemos guardar un elefante.
4. Que respete el espaciado
Existen 2 conceptos básicos en el diseño ligaduras: el funcional y el ornamental. El funcional trata de corregir los errores de forma o espaciado que pueden surgir al unir 2 o más caracteres, y el ornamental que busca hacer la palabra más bella. Muchas veces, por embellecer una palabra creando una ligadura, podemos generar un problema de error formal entre 2 o más letras. En el ejemplo, se unieron las 2 «T», y quedó un espacio blanco muy anormal, que debe ser corregido.
5. Que respete el ductus (que tenga una fluidez el dibujo)
La tipografía tiene un ancestro que la marcará de por vida: la caligrafía. Por lo tanto es bueno remitirse al dibujo manual antes de diseñar ligaduras. Cuando hago una letra es bueno preguntarse ¿qué parte hago primero, y como la termino?. El ejemplo, algo aparece muy extraño. Resulta que unimos 2 puntos que son terminales. Es bueno hacer antes el ejercicio de compatibilidad a mano, y hacer el juicio si la union es natural, o se ve forzada.
6. Que respete las dimensiones del alfabeto
El alfabeto tiene dimensiones, y no podemos desconocerlas. En las personas esas domensiones se llamanes cabeza, tronco y extremidades. En la tipografía es la altura x, la línea de ascendentes, la de mayúsculas y la de descendentes. Salirse demasiado de ese esquema puede ser muy perjudicial, ya que suele ser un insulto al bello diseño de las proporciones en una tipografía. Cualquier jugada de este tipo hay que hacerla con mucha sutileza, ya que puede jugar en contra muy fácilmente. En el ejemplo la «f» pasa demasiado anormalmente por sobre las 2 letras para llegar a la «i». Es como ir al cine, y abrazar a la chica que está 2 puestos más allá.
7. Que no corte la palabra
Muchas veces las uniones suelen crear pequeños subgrupos de letras dentro de la palabra. En el ejemplo podemos ver claramente como las ligaduras excluyen descaradamente a la «c» y a la «e».
8. Que respete el lenguaje de la tipografía
Crear ligaduras no es tan difícil. Muchas veces lo costoso es adaptarse al diseño del tipógrafo que la diseñó, ponerse en su lugar, y discernir si lo que está modificando, el lo haría de la misma manera. En el ejemplo, la unión «xy» carece absolutamente de consistencia en comparación al resto de los trazos.
9. Que sea atractiva visualmente
El titular lo dice todo. No creo que sea correcto esforzarse por algo que en realidad, va a quedar peor. Hay que tratar de evitar uniones raras, y formas demasiado complejas, ya que sólo harán que se vea por nuestro diseño. El ejemplo resume lo absurdo de la unión. No respeta ninguna norma, horrendo.
10. Que potencie el diseño
Diseñar demasiadas ligaduras en un sólo texto corto, lo único que hace es despotenciar lo que pudo haber funcionado de maravillas si se hubiese usado de manera precisa. Como dijo un profesor: «el grito se escucha más fuerte es un velorio que en una discotheque». O sea, demasiadas intenciones no hacen más que desgastar LA (gran) intensión. El ejemplo creo que lo deja más que claro, 6 ligaduras en una palabra de 7 letras. Tal vez con una bastaba.
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