Últimamente he estado jugando con los estilos de tipografía, revisando cuáles son los límites y cómo se deforman para dar paso a otras. Algo similar al juego de Garamond. La idea era muy simple: revisar cuanto aporta el espíritu de la tipografía para transformarse en otra.
La idea base, fue tomar un pequeño ejercicio fallido que había hecho para un encargo, y que lamentablemente fue rechazado, en desmedro de otra opción.
Decidí trabajar con la palabra Héroes, una palabra triunfal cargada de heridas de guerra, admiración y liderazgo. Una tipografía de triunfo, de arco de triunfo. Trajan, obvio.
El problema de Trajan es su ineludible carácter antiguo, romano. Se casa con una época y eso puede ser letal en diseño.
¿Pero qué pasaría si la tipografía trajan se disfraza de una más moderna, como futura? Curioso ejercicio. Hagámoslo.
Es interesante que una forma completamente distinta, conserve casi íntegramente el espíritu de la tipografía, dándole un carácter mucho más moderno.
¿Y qué pasa con futura?, ¿será capaz de parecerse o disfrazarse de otra?
En el ejemplo, el color rojo representa la tipografía original. El gris, es la tipografía a disfrazar, y la negra, es la disfrazada. Pueden hacer click sobre las imágenes para ver los detalles.
Probemos. Probemos, con una tipo similar pero con características formales distintas. Bodoni. Bodoni y futura son dos tipografías que tienen una personalidad similar. La verdad es que el ejercicio no arroja grandes diferencias formales entre ambas, más allá del gancho de la “f”, o el eje de la “e”. El experimento de la “u”, es un ejercicio iluso, que lo dejé así sólo para cumplir con la idea del juego.
¿Y Bodoni?, ¿será capaz de disfrazarse de otra?, pues claro que si.
Probemos con clarendon, una de mis tipos favoritas. Aquí hubo muchos más cambios, de proporciones y ópticos, sin embargo, los duros trazos clarendorianos los inhiben y la ascendente y gancho de la “t”, el horizontal de la “e”, y el retroceso de la cola y cabeza de la “a” tampoco logran un cambio en la personalidad de la letra. Sólo podemos observar como la “C” tiene algo raro, una desagradable deformación.
Para seguir con la fiesta de disfraces, intenté un nuevo ejercicio, y dejé que clarendon se vistiera de sauna. Podemos entonces apreciar cómo algunos detalles se empiezan a deformar hasta consolidar una forma chocante y desagradable. Poco natural.
Y para cerrar el ciclo, decidí probar algo extremo haciendo que sauna se vistiera de trajan. Que complicado es, ya que la Trajan no tiene minúsculas diseñadas. Una vez diseñadas, hay que adaptarlas a la expandida forma de la sauna. Ufff, dolor de cabeza, y un entretenido juego que me puede permitir observar cuánto aguanta la deformación de sus formas, pero manteniendo íntegramente el diseño de sus detalles más relevantes.
Interesante, un ejercicio simple.
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