Desde hace más de un año que Letritas se ha hecho presente en el mundo del diseño con la publicación de artículos prácticos y consejos sobre el uso de la tipografía.
Hoy, Letritas le propone hacer interactivo el proceso de diseño de identidad visual mediante la participación conjunta entre quién ocupa la tipografía y quién la diseña, con el fin de optimizar resultados tanto funcionales como de identificación visual.
Imaginar que el proceso de selección tipográfica venga hacia usted y no usted hacia él, es uno de los principales objetivos de Letritas corporativas.
La tipografía corporativa
Las marcas gráficas más importantes del mundo buscan desmarcarse de su competencia mediante una imagen visual lo más propia posible, con combinación de colores muy especiales y tipografías generalmente diseñadas a medida. En este caso, las medidas que usted proponga.
La idea de Tipografía Corporativa no es nueva en Chile y ya hay empresas que han mandando a diseñar fuentes exclusivas para satisfacer la necesidad de imponerse con una fuerte identidad visual.
Empresas como El Mercurio, el Transantiago, Alusa y algunos programas de Canal13 ya lo han hecho con resultados notables.
En Chile, hasta hace un par de años, pensar en un diseño tipográfico a pedido era considerado una aventura espantosa en el presupuesto y en los tiempos de entrega. Hoy día esos tiempos se han reducido enormemente abaratando considerablemente los costos. La calidad del resultado ha mejorado mucho y los testeos pueden ser prácticamente inmediatos.
De esta manera, el equipo de diseñadores de tipografías trabaja directamente con el director de arte de su agencia para desarrollar una tipografía que responda eficazmente a los requerimientos de página, espacio, peso, condensación, legibilidad e identidad, entre otros elementos indispensables.
¿Vale la pena utilizar una tipografía a medida?
Existen 2 grandes razones para decidirse a trabajar con una tipografía exclusiva: una es poder gozar concretamente de los beneficios funcionales que puede tener trabajar con una tipografía a pedido (elegir desde el peso, hasta la condensación, inclinación y proporciones), y la otra es gozar de los beneficios estéticos. Decidir las características de personalidad de la letra.
1. La tipografía exclusiva por función
Cuando una publicación se empieza a enredar en factores técnicos, empieza a amarrar todos los elementos que la acompañan.
Por ejemplo, el diseñador está haciendo una revista y el concepto de diseño está resuelto (tipo de imágenes, ilustraciones, fotos, infografías, etc.), pero la elección tipográfica todavía está enredada debido a que la fuente de los titulares es demasiado ancha, angosta, o tiene una altura x desmesuradamente chica. Es el momento de decidir que se hace con la tipografía. Puedes decidir cambiarla por otra que funcionalmente se acerque más a lo que deseas, o bien puedes sacrificar la legibilidad propia de la letra y trabajarla en tamaños o compresiones inapropiadas.
Existe una tercera posibilidad. Y es aceptar una asesoría externa y explicar el problema a un diseñador de tipos, para que juntos, a partir de lo que realmente se necesite, se ponga manos a la obra, trabajando a un grosor y condensación predeterminado, y con las características de personalidad a pedido, teniendo la posibilidad de pedir incluso varias soluciones para una misma letra.
Tal vez mandar a hacer una tipografía a pedido puede resultar un poco exagerado en ciertas ocasiones, pero cuando esa revista en particular tiene un tiraje y frecuencia no despreciable, la solución puede resultar muy necesaria como parte del diseño base de la retícula.
2. La tipografía exclusiva por estética
Un día, sentado en una banca me encuentro un pedazo de papel de diario. Por un lado del papel tenía parte del artículo y por la otra parte de un aviso. Curiosamente, no decía en ninguna parte a qué periódico pertenecía, y tampoco a qué empresa hacía referencia el aviso.
Sin embargo quedaba absolutamente claro que no podía ser otro diario que el X, y que el aviso no podía ser sino de la empresa Y.
Y es que sólo con ver los textos, ya puedes imaginar de qué empresa estás hablando.
Es entonces cuando uno como diseñador puede entender los inhumanos esfuerzos que tienen que hacer las empresas para potenciar su identidad visual, y diferenciarse lo más posible de la competencia.
En ambos casos (el del diario y el del aviso), las tipografías usadas poseían pequeños detallitos, apenas perceptibles para muchos, pero que podían entregar una información extra al lector.
Entonces podemos desprender que de un texto no sólo se puede extraer el mensaje, sino que también la forma (que puede ser susurro, grito, etc.) y ambientalidad (sensaciones representadas por el color, como ira, amor, tristeza, etc.).
En fin, lo dejo cordialmente invitado a revisar un pequeño catálogo de fuentes terminadas y otras en su proceso final, y a cotizar por el diseño de su fuente exclusiva.
17 comentarios en “Tipografía corporativa”