El efecto pescado

El efecto pescado, es un término que inventamos en una de las largas jornadas de corrección de nuestras tipografías vía Messenger con Miguel Hernández, Luciano Vergara y Cristián González.
Muchas veces ustedes se han preguntado por qué un tipo que tiene el contraste de una tipografía de texto, una estructura sobria, altura x adecuada no funciona bien cuando se le usa en textos extensos…
El efecto, es un error de diseño que se produce cuando el tipógrafo concentra su atención demasiado en la forma de la letra, descuidando notoriamente las contraformas internas.

El problema de diseño de los tipos con efecto pescado

1.- Es un hecho que las contraformas internas de las tipografías tienen una relación de proporción con las contraformas externas. Con el ejemplo queda un poco más claro, y se muestra cómo los espacios rojos (internos) son similares a los espacios burdeos (externos). Este proceso de sistematización de los blancos y los negros (figura y fondo) determina muchas veces el éxito del gris que produce una tipografía en un bloque de texto.

2. A medida que se construyen las formas de cada una de las letras, el diseñador va regulando los grosores de los trazos para regularizar las contraformas. Muchas de las veces que se diseña a partir de trazos demasiado light y se cae en el error de dejar las letras con mayor contraforma interna (porque a primera vista, son tan light, que es imposible comparar los trazos con la contraforma), como sucede en el ejemplo 2. Es más, creo haber escuchado en una ocasión a Alejandro Lo Celso recomendar a los diseñadores partir del diseño ultrablack, con el fin de ahorrarse este tipo de desagradables efectos.


Concluyendo, la forma de la letra debe estar proporcionada de acuerdo a su contraforma interna y externa. Además la contraforma interna está determinada por el grosor de los trazos.

El problema de lectura con tipos con efecto pescado

El «efecto pescado» es un desagradable efecto que hace que las palabras sean más largas (espacialmente) que lo que el cerebro debería captar, traduciendo esto en sensaciones de temprana saciedad de lectura y aburrimiento precoz.

En el ejemplo , las líneas y los círculos corresponden a las contraformas externas de las letras. Cuando vemos la tipografía en grande no notamos las grandes diferencias entre contraformas, pero cuando empezamos a achicar estas, la diferencia perceptual empieza a crecer radicalmente, y los puntos empiezan a ser cada vez más pesados que las líneas.
En el ejemplo de más abajo, podemos ver cómo los saltos sacádicos se hacen mucho más cortos (disculpen si para algunos esto es chino), y la lectura se va haciendo cada vez mas fluida. Las tipografías de fantasía suelen tener ese problema, algunas llegan a ser tan ilegibles, que los saltos sacádicos son hasta uno por letra. Es por eso que es recomendable informarse antes de elegir tipografías para los textos, porque el factor ergonómico puede ser terrible a la vista. Y más cuando son textos de lectura obligatoria, donde los escolares suelen leerlos de mala gana.

¿Han sentido que pasa algo parecido cuando leen futura?

(clickear sobre las imágenes para ver los ejemplos a tamaño real).

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